“Soldados de la patria, no olvidéis jamás que nuestra obra es de Dios, que él nos ha concedido esta Bandera, que nos manda que la sostengamos y que no hay una sola cosa que no nos empeñe a mantenerla con el honor y el decoro que le corresponde. Nuestros padres, nuestros hermanos, nuestros hijos, nuestros conciudadanos, todos, todos fijan en vosotros la virtud, y deciden que es a vosotros a quienes corresponderá todo su reconocimiento si continuais en el camino de la gloria que os habeis abierto...” ( del Juramento de la Bandera efectuado por Belgrano y sus tropas en Jujuy el 25 de Mayo de 1812).
Era la misma bandera que se había izado en Rosario en febrero de ese año 12, en ocasión de que nuestro brillante abogado - militar impusiera los nombres de Libertad e Independencia a las baterías que se le había mandado construir para defender las costas de Rosario contra los ataques realistas.
Bandera que había mandado confeccionar el día 27 de febrero de 1812 por las razones que expone al Triunvirato el 18 de julio de ese año cuando expresa:” VE mismo sabe que sin embargo de que había en el Exército de la patria, Cuerpos que llevaban la escarapela Celeste y Blanca , jamás la permití en el que se me puso a mandar hasta que viendo las consecuencias de una diversidad tan grande, exigí a VE la declaración respectiva. Enseguida se circuló la orden cuando llegó a mis manos; la batería se iba a guarnecer, no había bandera y juzgué que sería la blanca y celeste la que nos distinguiese como la escarapela, y esto con mi deseo de que estas provincias se cuenten como una de las naciones del Globo, me estimuló a ponerla”.
Esa misma bandera, concurrió con el regimiento de infantería 6 (el ex n° 1 de Patricios) al Ejército del Norte y fue la jurada en Jujuy, presente también en los triunfos de Tucumán y Salta y las derrotas de Vilcapugio y Ayohuma, no ya como bandera Nacional sino como bandera del General en Jefe del Ejército del Norte.
Era la enseña Blanca y Celeste de Belgrano la que representaba a la Patria en aquellas lejanas comarcas norteñas, pero también fue esa enseña blanca y celeste la que lucieron los Granaderos de San Martín en sus moharras desde el Combate de San Lorenzo (1813) hasta la última batalla de la Independencia Americana, Ayacucho (1824).
Era la enseña que representaba no solo a un ejército sino a la Voluntad de ser una Nación reconocida como tal en el concierto de todas las naciones Libres del mundo.
Esa fue la gran vocación Belgraniana , aquel 27 de febrero de 1812 y también la vocación del otro padre de nuestra patria, el Gral. Don José de San Martín, quien cumpliera fielmente el pedido que le hiciera Belgrano al entregarle el mando del ejército del Norte (1813) cuando le escribe que “conserve la bandera que le entregué”.
Y bien que la conservó: a la bandera Blanca y Celeste de Belgrano, tomada como modelo por San Martín para bandera generala del Ejército de los Andes, le cupo el honor de Libertar a Chile y sus colores estuvieron presentes en la Independencia del Perú y en las campañas libertadoras de Ecuador y la actual Bolivia...
El sueño de dos grandes americanos se veía consumado cuando las últimas armas realistas se rendían a las fuerzas patriotas en la actual Bolivia, y en todos aquellos grandes actos de Independencia, que pusieron a las hermanas naciones de Chile, Peru, Ecuador y Bolivia al nivel de las naciones del globo, estuvieron presentes el Blanco y Celeste que Belgrano eligiera como enseña aquél 27 de febrero de 1812.
¡¡¡ Gloria al General Manuel Joaquín del Corazón de Jesús Belgrano !!! y hagámosle honor a la misma, todos los días comprometiéndonos frente a esos colores, a mantenerla con el honor y el decoro que le corresponde...
Adhesión de la Asociación Cultural Sanmartiniana de Bolívar, en el 201° Aniversario de la creación de la Bandera Nacional
Julio C. Ruiz Adriana Cisneros Miguel A Gargiulo
Presidente Tesorero Secretario